El Coliseo, originalmente conocido como el Anfiteatro Flavio, en el centro de la ciudad de Roma, es el más grande e importante anfiteatro romano, así como el monumento más impresionante de la Roma antigua que ha llegado hasta nuestros tiempos.
El anfiteatro, construido en un área en el extremo este del Foro Romano, fue comenzado por Vespasiano e inaugurado por Tito, el Coliseo debe su nombre a la estatua cercana del coloso del dios Sol, que se encuentra desde su origen junto al anfiteatro.
Utilizado para los espectáculos de gladiadores y otros eventos públicos, programas de caza, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica, el Coliseo era rodeado por una área pavimentada en mármol travertino, al igual que su fachada.
El interior del auditorio con sus escalones, que eran utilizados como asientos de los espectadores eran todos de mármol y se dividía en cinco sectores horizontales reservados para las distintas categorías de personas.
El piso de la arena elíptica tenía una parte pavimentada con ladrillos y otra parte con planchas de madera, y era cubierta con arena, que se limpiava constantemente, para absorber la sangre de los asesinatos.