
La Basílica de San Pedro en el Vaticano es el trabajo final de una red de argumentos de gran personalidad artística arquitectónicas: trabajaron en su construcción, en diferentes momentos y maneras, los más grandes artistas de la época,desde Bramante a Rafael y desde Miguel Ángel a Bernini.
De una belleza monumental, la Basílica de San Pedro en la primera capilla a la derecha se conserva, la famosa Piedad de Miguel Ángel, la obra de los primeros años del maestro y la única obra firmada por Miguel Ángel, el cabestrillo que sostiene el manto de la Virgen.
La Piedad innovó la tradición con la concepción del cuerpo de Cristo acostado sin fuerzas sobre las piernas de María con una extraordinaria naturalidad, sin la rigidez de las representaciones anteriores.
Las dos figuras parecen fundirse en un momento de grande intimidad, de gran patetismo emocional.
El ambulatorio, o màs bien el espacio que rodea a los cuatro pilares que sostienen la cúpula, se introduce en el corazón de la basílica y marca el lugar donde, en consecuencia, en las grutas vaticanas, se encuentra actualmente lo que se piensa sea la tumba de Pedro.